Las tuberías de CPVC son comúnmente utilizadas desde instalaciones residenciales y complejos sistemas industriales, hasta sistemas contra incendios.
A continuación, explicaremos los diferentes tipos de tuberías de CPVC disponibles en el mercado, sus usos, beneficios y por qué elegirlas para tu proyecto.
¿Qué es el CPVC?
El cloruro de polivinilo clorado (CPVC) es un termoplástico que se obtiene al clorar el cloruro de polivinilo (PVC).
El CPVC es inherentemente inerte a los ácidos, bases, sales e hidrocarburos alifáticos, todos los cuales tienden a consumir los metales.
Su resistencia química inherente, junto con su temperatura y resistencia a la presión, permite su uso en una variedad de aplicaciones industriales y comerciales.
Aplicaciones
El CPVC es una solución eficaz para entornos industriales exigentes, tales como:
- Procesamiento químico: transporte confiable de productos químicos agresivos a altas temperaturas, bajo presión, sin problemas de corrosión.
- Procesamiento de minerales: resiste las demandas de operaciones de procesamiento de materias primas y minería.
- Generación de energía: ideal para las altas presiones y productos químicos corrosivos comúnmente utilizados por las plantas de energía.
- Semiconductores: cumple con los estándares de alta pureza y elimina las preocupaciones de corrosión causadas por productos químicos agresivos.
- Tratamiento de aguas residuales: evita la corrosión, incluso al transportar los productos químicos de desinfección más agresivos.
Tipos de Tuberías de CPVC
CPCV Domiciliario
El CPVC domiciliario es ideal para sistemas de agua potable, ya que no altera el sabor ni la calidad del agua.
Además, su capacidad para soportar altas temperaturas lo hace perfecto para sistemas de agua caliente.
Un beneficio adicional del CPVC domiciliario es su flexibilidad en la instalación. Puede cortarse y unirse fácilmente, lo que facilita su adaptación a diversas aplicaciones.
Además, su resistencia a la corrosión significa que no se deteriorará con el tiempo, a diferencia de otros materiales como el metal.
CPVC industrial
Este tipo se subdivide en dos categorías: CPVC industrial general y CPVC Corzan.
El CPVC industrial general es conocido por su capacidad para manejar fluidos corrosivos y temperaturas elevadas, características comunes en entornos industriales.
Estas tuberías son resistentes a una amplia gama de productos químicos, lo que las hace adecuadas para plantas químicas, refinerías y otras instalaciones industriales.
Su capacidad para mantener su integridad bajo condiciones adversas asegura una operación continua y confiable.
Estas tuberías pueden manejar presiones altas sin riesgo de fallos, lo que es crucial en aplicaciones donde la seguridad y la eficiencia son prioritarias.
Además, el CPVC industrial es fácil de mantener, ya que no requiere tratamientos especiales para prevenir la corrosión.
CPVC Corzan
Por otro lado, el CPVC Corzan es una variante especializada del CPVC industrial que ofrece beneficios adicionales.
Fabricado por Lubrizol, el CPVC Corzan ha sido optimizado para ofrecer una resistencia química aún mayor y una vida útil prolongada.
Es ideal para aplicaciones donde la exposición a productos químicos agresivos es constante y donde se requiere una durabilidad extrema.
El CPVC Corzan se destaca por su resistencia a la hidrólisis, un proceso que puede degradar otros tipos de plásticos en presencia de agua caliente.
Esta propiedad lo hace especialmente adecuado para sistemas de procesamiento químico y otros entornos industriales donde se manejan fluidos corrosivos a altas temperaturas.
Además, el CPVC Corzan puede soportar presiones y temperaturas incluso más extremas que el CPVC industrial estándar, ofreciendo una solución aún más resistente para aplicaciones críticas.
Su instalación es similar a la de otros tipos de CPVC, lo que facilita su integración en sistemas existentes.
CPVC contra incendio
Finalmente, las tuberías de CPVC contra incendio están diseñadas específicamente para sistemas de rociadores automáticos.
Son resistentes al fuego, lo que significa que no se derriten ni contribuyen a la propagación del fuego en caso de un incendio.
Un aspecto crucial es su cumplimiento con las normativas de seguridad, que cumplen con los más altos estándares internacionales.
Su resistencia a la corrosión y su durabilidad también garantizan que el sistema funcione de manera óptima durante muchos años.
Además, es ligero y fácil de manejar, lo que facilita su instalación en edificios de cualquier tamaño.
Su flexibilidad permite adaptarse a diseños complejos de tuberías, asegurando una cobertura completa.
“Saber identificar el tipo de CPVC que necesito, es vital, ya que más allá de las propiedades de cada tipo, entre ellos no son dimensionalmente compatibles, ya que su norma de regulación de dimensiones fue elaborada basada en un metal distinto que antes de la existencia del CPVC era el utilizado para una aplicación específica; como puede ser el cobre en domicilios y el acero en industrias.”
Ayrton Díaz | Jefe del Dpto. Técnico
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